Salud

Prevenir antes que lamentar; coronavirus en tiempo real

La pandemia que ha provocado este nuevo virus no es asunto de política ni de partidos; es un tema de salud pública que a todos nos atañe


Pánfilo Pérez

Hoy en día el avance tecnológico nos permite informarnos en tiempo real de la evolución y el impacto del Covid-19, mejor conocido como coronavirus, saber cómo se sigue propagando a nivel mundial y del estado que guarda en nuestro país. Teníamos hasta el día de ayer un total de 41 casos confirmados y 155 considerados sospechosos.

Y así como las plataformas digitales y las redes sociales nos han permitido informarnos del paso del Covid-19, también hemos podido escuchar a las autoridades de salud en el país, en la voz del subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo-López Gatell, un hombre de ciencia que no de política.

Y si bien la red hoy nos permite estar al tanto, también se ha convertido en vehículo para la especulación y la difusión de información no del todo atinada o probada en este delicado tema. Sí, una pandemia es una cosa seria, en la que debe caber la más alta responsabilidad, sí de la autoridad pero a la par de la población. Ah, y de quienes tenemos el oficio del periodismo, también.

Y así como en 2009 vivimos la pandemia del virus AH1N1, una mutación del virus de la influenza y qué afectó a cerca de 72 mil personas en el país, de las que mil 172 fallecieron, hoy debemos tomar con la misma seriedad la pandemia del coronavirus, que si bien tiene una mayor propagación, su acción letal es menor.

Hace ya casi 11 año, en el mes de abril, se tomaron medidas preventivas, como las que hoy se propusieron para iniciar el 23 de marzo, en las que el objetivo mayor es frenar el número de contagios mediante el distanciamiento poblacional, es decir, evitar los centros de encuentro o reunión de la población, como los son, entre otros, las escuelas.

Sí, además de las medidas de higiene y salud, lavarse las manos, uso de gel con base en alcohol al 70%, la práctica del estornudo de etiqueta, en aquella ocasión el uso de cubrebocas, también se paró en las escuelas, en centros de comercio y otros.

En el 2009, como hoy, no se saludaba de beso ni de mano, pero también, las iglesias, los juegos de futbol, las obras de teatro, conciertos, estadios, se sumaron a la suspensión de actividades para evitar que el número de contagios creciera. En Hidalgo no fue menor la situación, pues a pesar de las previsiones tuvimos un registro de 12 mil 500 casos.

Los antivirales zanamivir y osealtimivir se escasearon, hubo compras de pánico, la bolsa de valores cayó 3.35%, el dólar se situó a $14.10 y el Banco de México tuvo que colocar 400 millones de pesos para regular la paridad, como bien lo publicó el periódico de la vida nacional hace 11 años.

Nada nuevo bajo el sol, suele ocurrir en México y otros países en los que las pandemias afectan no sólo a la sociedad sino la economía de las naciones, y eso hoy también lo sabemos.

Mas lo aprendido en aquella pandemia de la también conocida como “fiebre porcina”, fue que la población tiene una gran responsabilidad, cuidarse a sí misma con medidas tan simples como las antes citadas y contribuyendo a la “sana distancia”, no tomando la interrupción de la escuela, que hoy mantendrá a 30 millones de jóvenes y niños fuera de circulación, como un tiempo para vacacionar, relajarse; nos permitió evitar que el contagio aumentara y con ello, las víctimas mortales.

Sí, hoy debemos escuchar a las autoridades competentes, a quienes, como López-Gatell, como las autoridades responsables lo han replicado, la prevención es el medio más eficaz para, como ayer, enfrentar esta pandemia que hasta el momento se mantiene en bajos números, y así salir mejor librados.

Ayer como hoy también somos un país receptor y en nuestras manos, literal dicen hoy los nativos de la era digital, está evitar una propagación masiva con sus consabidas y probables consecuencias.

Los mexicanos hemos tenido grandes lecciones en materia de salud, de fenómenos naturales que nos han puesto casi de rodillas, pero la gran solidaridad y responsabilidad del pueblo nos han puesto nuevamente en pie.

El coronavirus, la pandemia que ha provocado este nuevo virus, no es asunto de política ni de partidos; es un tema de salud pública que a todos nos atañe, y hoy hay que sumar todos para no dejarlo pasar. Prevenir antes que lamentar, la vieja fórmula de resultados positivos.

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